Prevención de Lesiones de Cadera en la Danza

Por | 2020-04-16T12:08:26+01:00 septiembre 1st, 2019|Categorías: Noticias|Sin comentarios

La articulación coxofemoral, comúnmente conocida como cadera, es una de las articulaciones más importantes a la hora de practicar las distintas disciplinas de la danza, debido a su amplia movilidad y a la gran cantidad de músculos que actúan de manera coordinada o sinérgica durante los diferentes movimientos que se realizan. Estos movimientos se mejoran con el tiempo y la práctica, y su perfeccionamiento viene acompañado de una constante repetición, lo cual puede llevar a un sobreentrenamiento, sobrecarga, u otras patologías relacionadas. Por otro lado, la danza es una disciplina de impacto, lo que quiere decir que el cuerpo debe amortiguar la caída en cada salto que se haga, y la cadera es una de las principales articulaciones encargadas de absorber ese impacto.

Incluso, aunque la danza sea muy heterogénea, gran parte de los gestos que se desarrollan en sus diversas modalidades pasan por el  correcto control de la articulación de la cadera y se centran en la pulcritud de los movimientos que estas deben ejecutar.

Hoy queremos hablaros de las lesiones más comunes que nos encontramos en Fisioescenica, en nuestro contacto diario con pacientes bailarines.

  • Los músculos aductores, psoas-iliaco e isquiotibiales tienen una función postural en el día a día, se encargan de mantener la posición erguida del cuerpo cuanto éste está de pie, y los dos últimos nombrados ven su morfología muy alterada al estar el cuerpo sentado, posición que va degenerando a una cada vez menos ‘higiénica’ con el paso de las horas. Este fenómeno es característico en estudiantes y gente que trabaja en oficina sentada toda la jornada. Es por esta razón que, después, a la hora de realizar una actividad física, estos músculos sufren la repercusión de las actividades diarias y se ve afectado su rendimiento, que puede llevar a distensiones o problemas de sobrecarga.
  • Los aductores son muy sufridos en muchas expresiones artísticas del baile, especialmente en todas las posiciones que impliquen un en dehors, son unos músculos que deben tener fuerza y a la vez elasticidad para poder elongarse correctamente, creando un equilibrio entre fuerza y flexibilidad. Ante la alteración de este balance, estos músculos, sus tendones para ser exactos, sufren un estrés que lleva, en ocasiones, a dolor en su inserción del pubis. A la hora de valorarlo, habrá que hallar el origen del dolor: por falta de fuerza o de flexibilidad (a razón de una contractura muscular). La falta de elongación del músculo, añadido a un movimiento mal controlado, puede llevar a una rotura de fibras o a una contractura súbita de protección por parte del músculo.
  • La sacroileítis es un proceso agudo inflamatorio que afecta a la articulación sacroilíaca. Esta articulación presenta una movilidad más amplia de lo común en bailarines debido a la gran extensión que adquiere la cadera en gestos como el arabesque. Muchas veces, este gesto queda limitado por los músculos que se estiran mientras se realizan, y la compensación del cuerpo por medio de la cadera y la columna lumbar lleva a la inflamación de la articulación antes mencionada. Estos músculos sobre los que poner la diana etiológica son principalmente el cuádriceps –en su porción del recto anterior- y el psoas-iliaco –en su porción del psoas-. Mantener un buen estiramiento de estos músculos mejora el rendimiento móvil de la cadera, en particular en su movimiento completo de extensión.
  • A raíz de esta gran movilidad articular, otro grupo muscular que podría quedar lesionado por un gesto exigente es el de los isquiotibiales, encargados de estirarse de forma muy repetitiva en disciplinas como el baile clásico o el contemporáneo, donde movimientos como el grand jeté supone una gran esfuerzo para estos músculos de la región posterior del muslo. En el caso de los isquiotibiales, la lesión más típica es la rotura de fibras. Este tipo de lesión requiere de unas 6 semanas de cese de la actividad deportiva, y la fisioterapia tiene un papel importante a la hora de recuperarla de manera competente. La flexibilidad de los isquiotibiales queda muy ligada a la de los aductores por cercanía anatómica, así que será muy importante mantener la necesaria elasticidad en estos músculos.
  • Los músculos glúteos, en particular el menor y el medio, están muy involucrados en los gestos al bailar, en particular en la danza clásica y la contemporánea, como ejemplos más exigentes para estos músculos. La contractura asociada a estos músculos es de las más típicas en la consulta clínica. Su dolor característico es quemante y se localiza en la cara externa de la cadera de manera difusa, pudiendo bajar por la cara externa de la pierna hasta la rodilla y,en algunos casos, hasta el tobillo. En muchas ocasiones ese dolor muestra similitudes con la ciática. Si esta contractura perdura en el tiempo, puede dar lugar a la trocanteritis (inflamación de los tendones de los músculos glúteos que se insertan en el trocánter), que se reconoce como una exacerbación del dolor de quemazón que producen estos músculos glúteos.
  • También se puede ver afectada la cadera por la contractura prolongada de estos músculos, pues aumentan el impacto entre la cabeza del fémur y el labrum. Al aumentar el roce, el labrum, formado por cartílago, sufriría de un desgaste prematuro que en caso graves podría llegar a romperse o fisurarse, comprometiendo la movilidad de la cadera.

¿Cómo puedes prevenir tú mismo?

Para prevenir y solventar las diferentes patologías y/o molestias que aparezcan en nuestras caderas, derivadas de la danza, las posibilidades más conocidas son:

  • Estiramientos: no por ser de las más conocidas es de las mejor conocidas. La utilidad de los estiramientos es controvertida. Sólo basta con abrir el debate entre varias personas para ver que el resultado y la eficacia apenas se repite. La evidencia científica detrás de los estiramientos está en duda, incluso aunque al estirar notemos un alivio instantáneo. Lo que no ha sido demostrado por los estiramientos es que prevengan la posibilidad de lesiones o de tener contracturas o agujetas, ni que mejoren la movilidad de una articulación. Además hay ciertos casos en los que los estiramientos están contraindicados como es en la aparición de tendinopatía; si estiramos un músculo cuyo tendón está inflamado (tendinitis) o atrofiado (tendinosis), los síntomas que aquejamos se agravarán.
  • El rulo de FOAM: recientemente ha aparecido el rulo de FOAM en la rutina de deportistas de diferentes prácticas. Al igual que pasa con los estiramientos, no se puede afirmar con certeza cuáles son sus beneficios. Tiene algo de ventaja frente a los estiramientos en cuanto a que su utilización sí ha demostrado servir para mejorar la amplitud articular de las articulaciones y estimular y vascularizar la fascia, que es el tejido que recubre al músculo.
  • Ejercicio: el ejercicio físico controlado e individualizado resulta ser la solución con mejores resultados y más evidencias de todas las posibilidades; se ha demostrado su valor tanto para prevenir lesiones como para recuperar algunas de las que puedan surgir. Ahora bien, cabe recalcar el hecho de que debe ser adaptado a las necesidades de cada individuo en función de la patología que presente. En el caso de una tendinopatía (como pueda ser la trocanteritis), una carga de trabajo excesiva es contraproducente para ese tendón debilitado y no conseguiremos el objetivo esperado, además de repercutir negativamente sobre esta estructura lesionada.
  • Fisioterapia: el fisioterapeuta es el puente entre la lesión y ese ejercicio terapéutico que nos ayuda a salir de la lesión. Un músculo contracturado no puede empezar a ejercitarse con esa hipertonía previa. Ahí aparece el papel del fisioterapeuta como trámite antes de comenzar con el ejercicio. Por otro lado, parte de las lesiones articulares o musculares pueden venir precedidas de una fatiga muscular debidas a la práctica de la danza u otro deporte, que pueden dar lugar a una caída o un mal gesto. El trabajo del fisioterapeuta es útil para prevenir estos eventos, evitando que esta fatiga llegue al punto de provocar el fallo en el cuerpo.

IÑAKI RAWINAD ALBIZUA

Nº colegiado 011365

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